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Mostrando entradas de junio, 2016

Un hombre es solo un hombre.

Le miré desde el pasillo, estaba sentado en el sofá, como siempre, pintando en su cuaderno algún boceto abstracto. Estaba triste, como siempre, no sabría decir por qué, pero lo estaba, se sentiría solo, marginado, abstraído, envuelto en un mundo complejo del que no es nada fácil salir. Yo estaba preocupada asique me acerqué, me senté a su lado y le miré a un rato sin mediar palabra. Contemplé su rostro, no presté apenas atención al dibujo, tan solo observé sus facciones tan hermosas, era un niño muy guapo, no entendía del todo bien por qué malgastaba su vida encerrado en casa. -           ¿Por qué estás triste, puedo ayudarte en algo? Necesitas salir a tomar el aire, te pasas la vida dibujando, hay más cosas ahí fuera – le dije mientras le acariciaba el pelo con ternura, al fin y al cabo era la persona a la que más quería y estaba preocupada. -           No estoy triste – me respondió con una leve sonrisa en la cara, como si escondiese algo, como si no quisiese decirme lo que re

Entiende el contexto.

Ponte cadenas para sufrir. Ponte cadenas para sentir el dolor. Ponte cadenas para sentir la desesperación, Llega al límite, Nota como las cadenas te aprietan, Como destrozan tu piel, Como cada vez se acercan más a tu cara, Como te aplastan la frente. Nota como las cadenas te hacen sudar, Te hacen llorar, Te hacen gritar. Nota como las cadenas te convencen de que son apropiadas, Dignas, Útiles. Siente la impotencia, Siente que estás muerto, Que eres incapaz. Siente que te desvaneces Hasta que por fin... No tengas nada que perder. Y ahí, ahí podrás enfrentarte a Dios.

Temblor irracional.

Me gustaría mucho saber que diferencia a los cuerdos de los locos, a los depravados de los racionales. Me preocupa pensar que algún día cualquier persona podría desviarse del correcto juicio y cometer actos atroces, desfigurar el alma de una persona con sus manos, o lo que es peor, con sus palabras. Me resulta curioso y a la vez escalofriante, me resulta frío, muy muy frío...

Ya no me reconozco ni a mí mismo.

Se cruel contigo mismo, Pues eres la mano que te da de comer. Se cruel contigo mismo, Pues todo es un puto sueño.

Amar es sencillo.

Dame un segundo de ternura, un hogar en tu pecho, un hombro donde recostarme. Dame una palabra amable, dame confianza en mí, deja que visite tus lunares. Dame un minuto para reír, una hora para llorar a tu lado, un día para enfadarme, una semana de pasión, un mes de café y desayunos, un año de familia, toda una vida a tu lado. No pido mucho, viajemos por el mundo, viajemos juntos, viajemos en el sofá, en la cama, viajemos cenando, viajemos viendo una película, pero por favor, viajemos con el otro. Enfadémonos por la sal en los platos, enfadémonos por las sábanas, por el calor, por el frío, enfadémonos por no lavarnos las manos, por no quitarnos los zapatos, pero nunca por huir, nunca por alejarnos. Lloremos, pero juntos, riamos, pero nunca de forma irónica, cantemos, pero siempre a coro. No follemos, hagamos el amor, no nos defendamos, entendámonos. Es sencillo, amar es sencillo, amémonos sin pausa, sin censura. Seamos hogar, seamos familia.

No hay título para palabras tan tristes

No sabría muy bien que decir, no estoy en esos momentos en los cuales la tristeza me ayuda a escribir, no, más bien la tristeza me ha roto y soy incapaz de cualquier cosa, incapaz. Me gustaría entender la razón, el motivo por el que te comportas así conmigo. No alcanzó a entender por qué me deterioras, por qué me rompes, nunca fui perfecto, pero siempre supe reconocer mis fallos, siempre encontré la forma de solucionarlo todo, siempre fui yo mismo. Nunca mentí, nunca te falté, nunca irrumpí en tu dignidad y la pisoteé, nunca. Siempre fuiste lo más importante para mí, siempre fuiste la razón de mi vida, siempre creí que podía columpiar en algún parque a nuestro hijo, siempre, siempre confié en ti. No sé si fue porque di demasiado y te acostumbraste, no sé si fue porque fui idiota y la cagué, no sé si fue porque no me querías de verdad, no lo sé, quizá sea injusto por no estar dentro de ti y ver lo que ves tú, pero si algo tengo claro es que jamás me he merecido tales palabras, jamás he

Todo es posible.

Hace mucho tiempo soñaba con tantas cosas... Y ahora, no sé, siento que todo está vacío, no me siento orgulloso, no siento que nada avance, no escribo bien, no follo bien, no sé cantar, no sé volar, ya no se me da bien ni conversar, lo único en lo que tengo alguna aptitud es en escuchar, y ya, de vez en cuando, llego hasta a desconectar. ¿Por qué? Me estaré volviendo cuerdo y no le encuentro ningún sentido, llamarme loco, pero es la verdad, estoy muy cansado de todo y a la vez transito como si todo me diese bastante igual. Me encantaría poder decir adiós con facilidad, aunque eso tampoco se me da muy bien la verdad. Intento ser oscuro y me sale ser romántico, intento ser tierno y me sale flagelarte, quién sabe, quizá algún día encuentre una explicación, no lo sé, quizá mañana ya no haga falta porque haya desaparecido, todo es posible en esta vida.

Héroes.

Ay... los héroes, cuan abandonados estáis, quizá por eso seáis lo que sois. Nadie os admira, nadie os apoya, nadie os reclama, pero siempre estáis ahí para sacar una sonrisa, para decir lo bueno y lo malo, para poner trabas y derribar puentes. No tenéis súper fuerza ni voláis, simplemente aparecéis con vuestro entusiasmo y vuestro espíritu inquebrantable y abrís la puerta más escondida de las personas, cruzáis esa fina línea que nos separa de lo aburrido y hacéis que las personas vivan en vez de que duerman esperanzados. Eso sí, siempre desde las sombras, siempre sin ser reconocidos, pues si os alabaran no seríais capaces de ser héroes.

¿Quiénes somos?

No somos gente apacible ni fáciles de comprender, somos herederos de lo inconcluso, de lo que habita en el interior de las personas. Somos reyes, reyes de nosotros mismos y de nuestra mente marchita, somos héroes olvidados por traidores que no supieron apreciar la bondad de nuestros escudos. Somos seres que caminan encorvados por el fuerte peso que llevan a sus espaldas, y no por ello rozamos el suelo con nuestro mentón, pues somos firmes en las sombras, en la oscuridad, en las tinieblas del mundo, pues ahí hacemos falta, ya que si nos vieran dejaríamos de existir.

Sin vida, pero rápido.

Me encanta correr bajo las estrellas, ver como se mueve el mundo a través del coche y su luz te acompaña en tu viaje, como si ya estuvieses listo para morir pero prefirieses continuar dando por culo.