Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2019

Fin.

No encuentro palabras para relatar lo que siento, ¿irónico verdad? El escritor se quedó sin tinta. Sin tatuajes en la piel, pero con palabras en la sangre. Nombres que jamás olvidaré. Cicatrices que amanecen cada anochecer. Horas que no pasan pues no hay números que las manecillas puedan señalar. Tiempo que ya fue y nunca será. Besos olvidados, escalofríos que no se sienten. Deseos que se convierten en prisión. Canciones que me apaciguan el alma mientras la desidia invade mi mente. Temblores mientras duermo, esperando lo imposible. Emperador de lo inesperado, de la nada. Gladiador sonámbulo, incapaz de día. Dueño y señor del vacío, de lo inexplorado y del cansancio. Indiferente, prosaico y nauseabundo. Imágenes que dañan y torturan. Imágenes que repelen y asustan. Dolor incrustado que supura. Siempre que escribo algo así me pregunto, ¿Cómo lo acabo? ¿Cuál es el final? No hay final, ni comienzo. Es crónico. Persistente. Permanece dentro de mí, devorado cada emoc

Sueños de arena #1. Nunca jamás.

La vida increpaba con su constancia y abominable rutina. El aire, cada vez más escaso, acariciaba su rostro con parsimoniosa ligereza, mostrando, de esta manera, que no iba a ser un día especial, tan solo un día más, en el cual, volver a recordar las perseverantes palabras que tanto le herían: “No eres un hombre”. ¿Qué significaba aquello? ¿Fue sincera? Él tan solo miraba el cielo, evadiendo así en silencio la estruendosa calle por la que transitaba. Demasiada gente, demasiados humanos. ¿Humanos? Hacia un tiempo que esa pregunta revoloteaba por su mente como cuervos tras la guerra. No hacía más que ir de un sitio para otro, ya siquiera se planteaba el porqué de todo aquello, tan solo iba, trabajaba, comía, volvía, se dormía, trabajaba. Así en un ciclo eterno hasta el final de sus días. Maquinas que existían para dar vida a una sociedad con entidad propia. Pero, muy a su pesar, debía de olvidar todas esas ideas malévolas que acechaban su cabeza, así nunca llegaría a ser un hombre. Re

En pocas palabras #6.

Volverla a mirar, ahí, dormidita, cual ángel perdido, es como volver a nacer.

En pocas palabras... #5.

- ¿Por qué no hablas? - Estoy escribiendo. - ¿Que dices? ¿Me ignoras mientras cenamos? - No, solo te miro en silencio para poder resguardar tu imagen en las palabras de un folio en blanco.