Pájaros en la mente.

Tirado en la cama,
llorando de rabia,
de impotencia.
Nadie llama,
nadie consuela,
nadie le da importancia.
Será por vagancia,
será por esa llama
que calienta mi indecencia.
Será una canción,
será una ilusión.
Será tu vientre
que está lejos de mi alcance.
Sueñas con que me abalance
o sueño con que lo sueñas, ya nadie sabe.
Ojalá entendieras mi terror,
mi impaciencia.
Mi fulgor,
mi tendenciosa presencia.
Mi temor,
mi sinuosa esencia.
Soy un mal pintor,
un gran farsante.
Me acusaste y no supe esquivar,
desviar los dardos que lanzaste.
La vida no concluye,
transcurre.
Estoy apagado, sin luces.
Perdí la inspiración,
el corazón y la perspicacia.
Solo soy un loco, un payaso,
un acróbata del tacto.
Un manso león.
¿Qué quieres oír?
Yo escribo para mí.
Para la voz que tose en mi interior.
Que llora en la oscuridad del día
y ríe en la luminosidad de la noche.
Escribe él, escribo yo.
Déjame posar, narrar.
Déjame ser y ya se verá.

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