Me río demasiado pronto.
¿Dónde estás? ¿Dónde te encuentras? Sí, sí, te reclamo, ¿no te acuerdas? Me río, no paro de reír. Soy un niño angustiado, perdido entre tu pecho olvidado, pecho sudoroso que me recuerda días que no sé si viví. Necesito ayuda y solo te lo puedo pedir a ti, sí, ¿irónico verdad? ¿Quieres cantar? ¿Jugar? Yo solo quiero que me hagas fuerte, que logres de mí lo que tenías pensado, que hagas de mí mucho más de lo que nunca seré. ¿Te acuerdas? Me río, no paro de reír. He muerto, ¿sabes? No sé muy bien el motivo, quizá fue porque me olvidé en algún rincón de mi corazón, y es posible que sea por eso por lo que lo oigo gruñir cada vez más alto, es por eso por lo que me ahoga cada vez que nado. Sí, piensa en ti y me recuerda que el mundo es cada vez más insuficiente, que te necesita a ti para sonreír y seguir la lucha. Me río, no paro de reír. ¿Lucha dices? No hay de eso entre el fango de tus pensamientos, no hay de eso en la vida tras tu mirada. Aquí estoy, sollozando, muriéndome con cada paso incorrecto, y no soy capaz, no soy capaz. ¿Por qué? ¿Por qué me aprisionas? ¡Necesito salir!
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