Algo entre el todo y la nada.

El sonido de tu voz desenmascara mis penas, mis lamentos, mis preocupaciones. No entiendo por qué nos pasa esto, por qué tenemos que llorar, no sé por qué ando dibujándote con mis palabras cuando deberíamos estar riendo en algún lugar al que llamar hogar. No soy fácil, nunca me he sentido de tal forma, pero no comprendo tu forma de actuar, no comprendo que se te desgaste tan rápido la paciencia cuando tu sonrisa ilumina mis senderos más oscuros. No sé que tengo que hacer para sostenerme en tu regazo sin perderme a mí mismo entre tus ponentes palabras. Me siento sentenciado, indispuesto, impotente, pues no tengo nada que hacer frente a esa mirada incansable. El lazo que une al amor de verdad es muy difícil de separarlo, incluso cuando la incertidumbre y el destino se juntan para convertir tu desidia en una lucha constante, pero aquí estoy, esperando ser el mejor amante que tu cuerpo jamás haya sentido, y sino, al menos, poder ser el mejor narrador, punteando con sigilo cada silaba en tu oído. No te separes de mí aun incluso cuando la rabia diga lo contrario, no pido más.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Trabajos absurdos, poemas de mierda.